El día 11 de octubre de 2018 visitamos la Villa de Almenara-Puras. Se trata de un yacimiento y museo que se encuentra entre los municipios de Almenara de Adaja y Puras, en la provincia de Valladolid.
Cogimos el bus a las 11:00 de la mañana y tras 50 min del viaje llegamos a nuestro destino. Una vez allí, lo primero que hicimos fue ver un vídeo en el cual se resumía el origen de las villas romanas y cómo solían ser éstas. Al finalizar, nos dirigimos a una recreación de una villa en la cual pudimos ver las habitaciones más importantes y sus funciones: el vestíbulo, para recibir a los invitados; el patio interior o peristilo, al cual daban todas las habitaciones; las termas, compuestas por tres habitaciones: una para el baño caliente, otra para el templado y la última para el frío. Además, éstas tenían dos vestuarios: una para hombres y otro para las mujeres. La siguiente habitación que visitamos fue el oecus, la habitación principal, donde el señor recibía a la gente y que usaba también para hacer negocios. Del oecus al triclinium, un salón que se caracteriza por utilizar tres camas o klinai, dispuestas alrededor de una mesa. En tres de sus lados se colocan los klinai, en forma de U, dejando el cuarto lateral libre para permitir que los sirvientes se acercaran con los platos traídos de la cocina. Generalmente, el lado libre se situaba de cara a la entrada de la sala. En cada klinai entraban tres comensales, los cuales se recostaban sobre su lado izquierdo mientras disfrutaban de la comida. De aquí fuimos a los dormitorios, primero el de señor del la casa. Este dormitorio estaba compuesto por una pequeña sala, en la cual se podía sentar el propietario antes de ir a dormir, y en otra sala aparte, a continuación de ésta, el dormitorio con la cama y una mesa a su lado. Ya vista la habitación del propietario, nos dirigimos al espacio de los sirvientes. Éste estaba compuesto por una pequeña cocina, una despensa para guardar los alimentos de la casa, un comedor distinto al del señor y una sala independiente con camas donde descansaban.
Una vez vista la recreación de esta villa romana, nos dirigimos al yacimiento. Antes de entrar a éste, visitamos una sala en la que se encontraban maquetas de villas romanas, de las que nos explicaron su funcionamiento, y también había expuestos antiguos objetos que se habían encontrado en yacimientos de villas romanas. Lo más sorprendente del yacimiento fueron las huellas de un niño marcadas en una piedra; además de la distancia que había entre cocina y comedor, ya que estaban en lados opuestos de la casa, y lo más bonito, sin duda alguna, fue el mosaico de Pegaso: representa la historia de Pegaso, cuando llega a los pies del monte Helicón, enviado por Poseidón para solucionar el crecimiento excesivo del monte que había empezado a hincharse por escuchar los cánticos de las Piérides y las Musas. Se puede observar a Pegaso ayudado de dos ninfas; al fondo a la izquierda, la fuente representada por una joven con una vasija de la que sale el agua, a la derecha se ve el monte Helicón, morada de las musas.
Esta excursión nos ha servido para conocer con más detalle cómo eran las villas romanas y hacernos una ligera idea de cómo era la vida en aquella época.
Alberto López Tejerina
Alumno de 2º de Bto.