El pasado 30 de enero toda la Comunidad Educativa nos reunimos para celebrar el Día de la No Violencia y la Paz. El objetivo de esta jornada es la educación en y para la tolerancia. Desde las tutorías, profundizamos en aquellas situaciones de tensión que se crean en nuestro día a día, les pusimos nombre y decidimos que no queremos formar parte de ellas, esa no es nuestra misión. Asimismo, reflexionamos y fuimos conscientes de que cada uno de nosotros podemos contribuir en nuestro entorno sumando, fomentando el respeto y la solidaridad, ayudando al que nos necesita. Podemos ser instrumentos de paz entre la gente que nos rodea. Por eso, la celebración pretendió ir más allá de conmemorar un único día y se centró en un objetivo para todo el año.
El acto y la reflexión previa nos han ayudado a elegir: ¡Soñamos con la paz!
Manifiesto de los alumnos de 2º de bachillerato
Todos queremos la paz, pero pretendemos obtenerla usando la violencia. Todos queremos cubrirnos las espaldas, pero clavamos puñales en las de los que nos caen mal.
Todos queremos triunfar, pero no dudamos en hundir al otro si nos beneficiamos con ello. Todos conocemos el dolor ajeno, pero preferimos no verlo. Todos vemos la violencia en el mundo, pero nos resulta más fácil cambiar de canal para ver el fútbol. Todos hablamos de ayudar a los necesitados, pero el sofá es demasiado cómodo… Todos sabemos estas verdades y sabemos que el conocimiento es poder.
Podemos tomar el camino fácil, mirarnos a los pies esperando que este acto acabe lo más tarde posible para perder la siguiente clase. Sin embargo, también podemos pensar en cómo ayudar a ese compañero que no sabe hacer un problema de mates, en pasar tiempo con nuestros padres, podemos ayudar a esa anciana que va por la calle cargada hasta arriba.
Evidentemente, no podemos parar la guerra de Siria, pero sí podemos ayudar a que nuestro entorno sea un lugar más agradable. Como dijo Teresa de Calcuta: “La paz comienza con una sonrisa”. ¡Está en nuestras manos!