La educación del siglo XXI supondrá un cambio en la manera de enseñar que implica que los docentes adquieran competencias para transformar sus aulas con las metodologías más innovadoras. Las clases invertidas, el aprendizaje colaborativo y basado en proyectos o la gamificación son ya prácticas habituales en nuestras clases. Pero, de lo que ahora queremos hablar es de los proyectos de programación llevados a cabo en las diferentes etapas, con el propósito de seguir cambiando la forma de enseñar e impulsar el rendimiento escolar. Podríamos pensar que la programación es asunto de ingenieros que pasan horas sentados en sus cubículos escribiendo líneas de código ininteligibles. Nada más lejos de la realidad: La programación es accesible para todos, en todos los ámbitos y para todas las edades.

Pero, ¿por qué programar en los colegios?

El objetivo no es formar futuros programadores, sino fomentar las competencias lógico-matemática y lingüística, impulsar la creatividad, potenciar el trabajo en equipo y reforzar el uso responsable de las, ya no tan nuevas, tecnologías.

Y, ¿cómo trabajamos la programación en el colegio?

Ya en Infantil nuestros alumnos tienen su primera toma de contacto con la programación y robótica. Los más pequeños aprenden jugando con Bee bot, una abeja programable, pensada para niños que aún no saben leer, en la que las secuencias se introducen mediante sus teclas del caparazón.

En Primaria encontramos dos etapas diferenciadas. Hasta 4º de Primaria trabajamos con programación analógica en la que los alumnos manejan diferentes fichas, tarjetas u otros objetos para crear diferentes “algoritmos” que les permitan resolver los retos planteados.

En el colegio, contamos con dispositivos Chromebook desde 5º de Primaria a 2º de Bachillerato. El 99,4 % de los alumnos disponen de estos ordenadores, lo cual facilita que, a partir de 5º,  podamos introducirnos en el mundo de la programación orientada a objetos aprovechando la accesibilidad de diversas plataformas como Code.org, Scratch o CodeSpeak.

El pasado mes de octubre se celebró la Semana Europea de la Programación. En esta edición ha habido un millón de participantes y más de 25.000 eventos organizados por miles de colegios repartidos por todo el continente. ¡Nuestros alumnos no podrían ser menos y no faltaron a la cita!

A modo de conclusión, simplemente queremos resaltar la apuesta que desde el centro se hace por las nuevas metodologías y por la innovación educativa, todo esto siempre favorecido por un adecuado uso de las tecnologías, cada día más presentes en nuestra sociedad.

Raúl Aguilar

Coordinador TIC