Las metodologías activas, y en particular el aprendizaje basado en proyectos, son cada vez más importantes en el proceso de enseñanza moderno.

En un mundo en constante cambio y progresivamente más exigente, el futuro éxito profesional o académico de cualquier estudiante dependerá de su capacidad para adquirir inteligencia emocional, colaborar con profesionales de diferentes disciplinas y gestionar problemas complejos.

Los resultados obtenidos en encuestas recientes realizadas en varios países lo avalan: las metodologías activas que involucran directamente a los estudiantes en el proceso de enseñanza tienen un impacto significativo en la adquisición de conocimientos.

Nuestro colegio está apostando fuerte por la utilización de las metodologías activas con resultados muy positivos a todos los niveles: mejora del rendimiento académico, fortalecimiento de las relaciones interpersonales, mejora de la autoestima y mayor sensación de apoyo entre los alumnos.

Así lo hemos comprobado en algunos de los proyectos realizados con nuestros alumnos. Un ejemplo de ello es el proyecto Smart House, realizado en tecnología con los alumnos de 3° ESO. Se les propuso realizar una maqueta de una casa en la que incluyeran circuitos eléctricos estudiados en clase. Para ello, y como si de un proyecto real se tratase, dibujaron el plano de la casa en 2D y 3D utilizando herramientas digitales. A continuación, planificaron la lista de materiales, herramientas u otros recursos necesarios para su construcción. Por último construyeron la casa, incluyendo tanto los circuitos eléctricos como elementos de decoración.

Gracias a las metodologías activas y el aprendizaje basado en proyectos los niños aprenden habilidades muy útiles para su futura vida laboral, como la gestión del tiempo y de recursos, habilidades sociales, de liderazgo y de resolución de conflictos. Además, los niños manifiestan una mayor satisfacción al realizar proyectos cooperativos ya que los sitúan como protagonistas de su propio aprendizaje y les motiva sacar adelante un proyecto común.

Sara Gómez Sanz