Se dice que lo único constante en la vida es el cambio. Vivimos rodeados de ellos. Por eso, es importante aceptarlos y mejorar nuestra adaptabilidad. Como consecuencia de la situación actual que vivimos a nivel mundial muchos de nuestros hábitos han sufrido cambios e incluso han desaparecido y, por ello, debemos buscar alternativas para normalizar las situaciones cotidianas. 

Con la vuelta a la normalidad, a las clases, al día a día... todos observamos cómo algo tan simple como un saludo era más importante de lo que antes podía parecernos. De repente, ya no podíamos abrazarnos, besarnos, chocar los cinco… Nos mostrábamos tímidos y cohibidos con la gente de nuestro alrededor, sin saber muy bien cómo actuar y, por nuestra forma de ser, parecíamos más fríos de lo que pretendíamos. Sin embargo, nuestros alumnos, con gran imaginación, fueron los que mejor se hicieron con la situación y pronto comenzaron a crear nuevas formas de saludarse y de expresar sentimientos. 

Los saludos forman parte de la comunicación y tienen un papel imprescindible en las relaciones sociales. Por ello, se ha trabajado en todo el colegio, desde primer ciclo de Educación Infantil hasta segundo de Bachillerato, la importancia de este elemento de comunicación, ya que favorece y optimiza las relaciones sociales y desencadena sentimientos de respeto, amabilidad, confianza, afecto... Los saludos revelan aspectos de la personalidad y tienen un profundo valor simbólico. 

Hace unas semanas propusimos a nuestros alumnos profundizar en las tutorías este tema desde diferentes puntos de vista: cultural, situación actual, diferentes entornos de relación… Además, les animamos a participar en el desafío de crear un único saludo de carácter propio para toda nuestra comunidad educativa. Este saludo debía englobar los siguientes aspectos: Ser un único saludo, de carácter propio, que todos podamos asumir como seña de identidad y pertenencia y con un significado de cariño, acompañamiento y apoyo porque, a pesar de las circunstancias, somos más conscientes que nunca de que somos familia, ¡somos vedruna!

Tras una reñida votación en redes, el saludo que ha resultado ganador ha sido el elaborado por 2º de ESO B. ¡Enhorabuena! Como podéis ver en el vídeo, dibujan con sus manos la uve de Vedruna y, cuando saludan, señalan su corazón, su sonrisa y su cabeza. ¿Por qué estos tres elementos? Porque, para ellos, cuando nos dirigimos a los demás, saludamos con el corazón de verdad, mostramos una sonrisa por encima de la mascarilla y tenemos en mente que pertenecemos a una gran familia: La familia Vedruna. 

¡Agradecemos a todos la implicación y la participación!